Islas Gili: ¿Debo ir o pasar de largo?

Islas Gili: ¿Debo ir o pasar de largo? ¿Estarán demasiado explotadas? ¿Se habrá perdido la vida isleña y sólo habrá discotecas? ¿Será una pérdida de tiempo pasar por aquí? Esta clase de preguntas rondan la mente de quienes estamos viajando por Indonesia y de pronto nos planteamos pasar por las islas Gili. Pues bien, debo decir que sí. Que merecen la pena. Os sorprenderán, como nos sorprendieron a nosotros desde el momento en el que las pisamos por primera vez. Pero… ¿Cómo es que acabamos aquí, si no se encontraba entre nuestros planes?

Las Gili son un pequeño grupo de islas pertenecientes a Lombok. Quedan muy cerca de la isla principal con dicho nombre, y a dos horas en fast boat desde Bali.

La isla más grande es Gili Trawangan, al este de la cual están Gili Meno y Gili Air.

¿Por qué acabamos aquí?

Nos encontrábamos recorriendo la isla de Bali, como podéis observar aquí, y nuestra intención era cruzar a Lombok para conocer algunos lugares de esta isla antes de volar a Yakarta. Faltaba una semana para que terminara nuestro viaje por Indonesia, y lo cierto es que nos apetecía recibir una buena dosis de playa. Lógicamente, no queríamos ir a ningún lugar que fuera excesivamente turístico.

El caso es que desde Amed descubrimos que había un fast boat a las Gili. No sonaba mal; en lugar de tener que ir a Padang Bay a por el ferry, que tarda 4 horas en llegar a Lombok y suele sufrir retrasos, podíamos ir hasta las Gili rápidamente y de ahí saltar a la isla principal de Lombok al día siguiente.

La idea sonaba bien. Lo que pasó fue que, en lugar de 2 días, decidimos quedarnos toda la semana. ¿Por qué? Vamos por partes…

Un «accidentado» viaje en fast boat.

Cada vez que oigo «fast boat», se me revuelven las tripas. Es una embarcación cerrada, cuyo objetivo es transportar el mayor número de personas posibles en poco tiempo. Es decir, a la mayor velocidad posible. Entre el calor asfixiante, el vaivén y el olor a gasolina, sudor y ambientador, mi estómago reaccionó rápidamente. Ya podéis imaginar el resultado.

Al llegar a Gili Trawangan, tras hora y media al borde del desmayo, me dejé caer en la playa, blanco, como uno de esos náufragos de las películas. Tardé un rato en reaccionar, aunque lo cierto es que el color azul del agua, el blanco de la arena y el aire limpio ayudaron bastante. Lo bueno del fast boat es que te deja en la playa directamente.

Ambiente mochilero.

Para nuestra sorpresa, Gili Trawangan tiene mucho ambiente mochilero. Sólo hay que alejarse del área de influencia del turismo de discoteca y encontramos rincones muy tranquilos, donde las tradiciones y la vida local sigue su curso en armonía con mochileros/as alojados en guest houses y sitios muy hippies. («¡Toma ya!, es de nuestro rollo», pensamos).

No podíamos creer que un sitio con tanta fama de ser un resort de lujo fuera a ofrecer una cara tan natural y auténtica. Y eso que aún no habíamos descubierto las tortugas…

Relax…

En Las islas Gili no hay coches. Y es que no hacen falta. El perímetro de Gili Trawangan es de unos 7 km. Esto quiere decir que se puede caminar a su alrededor desde un punto y regresar a ese mismo punto al cabo de un rato. Es como cuando éramos pequeños y jugábamos a dar la vuelta al mundo. Algo así. Tal vez.

Puedes encontrar alojamiento fácilmente en cualquier punto del interior de la isla. Hay homestays en los que la habitación doble con baño cuesta a partir de 7 u 8 euros. Suena bien, ¿no?

Para comer, no faltan los tradicionales warung, donde podemos disfrutar de platos locales por precios más que asequibles. Hay también puestos de comida callejera donde podéis comer tofu, arroz y cosillas así.

Las calles del pueblo son silenciosas y tranquilas. Ni motores, ni discotecas, ni nada. Se escuchan de vez en cuanto cánticos religiosos, los pájaros y el viento…

Ya nos había conquistado la isla. ¿Irnos en 24 horas a otro lugar? Va a ser que nein.

TIPS BÁSICOS, antes de contaros lo de las tortugas.

-NUNCA se os ocurra tomar un fast boat ida y vuelta en el mismo día desde Bali. Os juro que si hubiera tenido que volver a Bali en el día me habría sentido tremendamente triste. Digo esto porque vimos gente con esa intención.–Hay caballos, sí, pero no contribuyas a su explotación. No necesitas desplazarte a lomos de uno. No seas cutre.

–La bicicleta está bien. Podéis alquilarlas fácilmente y dar una buena vuelta.

–Existe la posibilidad de unirse a excursiones de snorkel para visitar varios puntos clave de las tres islas. Opinamos que es una pérdida de dinero y de tiempo. No se visita ningún punto que no pueda ser accesible desde la orilla, salvo algún punto en medio de la nada donde se ve eso, nada. Es mejor ir desde la orilla por nuestra cuenta. Sin límite de tiempo y disfrute.

-Se pueden alquilar gafas, tubo y aletas. También una go-pro. En casi todos los alojamientos ofrecen esta posibilidad.

–Llevad cangrejeras, ya que la arena de la playa está salpicada de piedras y restos de corales.

Ahora sí, lo de las tortugas

Lo más alucinante y hermoso de las islas Gili, motivo por el cual nos quedamos más tiempo de lo estimado, fueron las tortugas. No sólo ellas, sino todo el paraíso repleto de vida que descansa a pocos metros de la orilla.

En Gili Trawangan hay varios puntos donde se pueden encontrar tortugas fácilmente. Acuden a zonas poco profundas donde hay algas a alimentarse. Nadar en su compañía es impresionante; bajan, suben a respirar y vuelven a bajar. Podemos seguirlas (sin acercarnos demasiado para no molestarlas), imitar sus movimientos, ir en paralelo… Nosotros pasamos horas (literalmente) y no queríamos salir del agua.

La libertad y la tranquilidad con la que nadan las tortugas se contagia; la profundidad y el azul infinito sobrecogen. Es emocionante.

Insisto en que se ve más (y de un modo más libre) practicando snorkel por nuestra cuenta que en uno de esos tours organizados. Lo digo para que no perdáis el tiempo, alquiléis un equipo de snorkel y pongáis rumbo a alguno de los puntos clave para nadar con tortugas. Además, estaremos solos.

IMPORTANTE:

–No toquéis a las tortugas. Aunque parezca obvio, hay gente que no se da cuenta, o algo así. Por favor.

–No arranquéis corales ni os pongáis de pie sobre ellos.

-Si veis a alguien que incurre en una de las dos anteriores, invitadlo amablemente a dejar de hacerlo o, si no puede evitarlo, a abandonar la isla.

Lo que más me gusta del mundo mochilero, es que va -o debería ir- unido a la tranquilidad y al respeto, tanto por los lugares a los que vamos como por los seres que los habitan. Se trata de promover un modo de viajar que no cause un impacto negativo sobre el planeta, que ya bastante estropeado lo tenemos de por sí.

Nadar con tortugas es una de las experiencias más hermosas que hemos vivido en Indonesia. Al cabo de un buen rato, se nos olvida todo; es como mecerse en la inmensidad.

¿Veis por qué lo recomendamos tan encarecidamente?

¿Dónde hacer snorkel en las islas Gili, pues?

A saber:

-Gili Trawangan:

En gran parte del perímetro de la isla hay puntos clave para nadar con tortugas. Las zonas más adecuadas son aquellas en las que no hay oleaje, y preferiblemente durante la marea alta.

-Gili Air

En Gili Air, además de tortugas, podemos disfrutar de un arrecife coralino muy vivo y colorido. El noreste de la isla es lo más impresionante.

-Gili Meno

Además de tortugas y corales, en Gili Meno hay unos interesantes conjuntos escultóricos entre los que podemos nadar. Es buena idea ir a primera hora de la mañana para evitar coincidir con los grupos organizados.

Lo mejor es desplazarse entre las islas en los barcos que llevan pasajeros entre una y otra. Al estar muy cerca, no hay problema a la hora de encontrar servicios de transporte. Podemos saltar fácilmente de una isla a otra, ya sea para ir por la mañana y volver por la tarde o para quedarnos en la siguiente (recomendado). This is up to you, rudy.

Alojarse en las Gili:

En las tres islas hay alojamientos muy interesantes y a muy buen precio, con lo que no existe excusa para quedarse unos cuantos días. El concepto que predomina es el de «homestay», que podríamos decir que es un punto intermedio entre hostel y hotel.

Se trata de alojamientos sencillos que a su vez tienen todo lo que podemos necesitar. En la mayoría de estas homestays preparan comidas típicas de la zona y tienen equipos de snorkel para alquilar. Algunas tienen incluso una pequeña piscina.

La ventaja de este tipo de establecimientos es que se encuentran totalmente mimetizados con el resto de casas, por lo que no estropean la estética del lugar.

Basta una sencilla búsqueda en vuestra plataforma favorita de búsqueda de alojamiento para ver la gran cantidad de ellas que hay.

***abracines***

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