Hemos elegido Fermoselle (Zamora) como punto de partida para nuestra escapada a los Arribes del Duero. Aunque en estas fechas hace frío, lo cierto es que hemos aprovechado bastante bien los cinco días que hemos estado en esta zona. Sigue leyendo para descubrir qué ver en Fermoselle y sus alrededores.
1.- Rutas de Senderismo desde Fermoselle.
Tanto esta localidad como otras muchas de la zona son un buen punto de partida para hacer rutas caminando. Las hay para todos los gustos, siempre bien señalizadas con letreros, paneles explicativos y la simbología propia de estos senderos.
Es una buena forma de conocer el entorno de un modo tranquilo y saludable. Desde Fermoselle se puede llegar tanto a los Arribes del Duero como a los Arribes del Tormes, lo que supone una mayor amplitud de posibilidades. Vamos con un par de ejemplos:
Ruta al mirador de las escaleras y bajada a la orilla del río.
Esta ruta parte de un punto cercano al Pozo Mergúbez (Calle Tenerías), cerca de la cual encontraremos los letreros indicativos. El sendero es de gran belleza paisajística.
Se pasa por puntos interesantes:
Estas estructuras que parecen entradas a algún tipo de pasadizo subterráneo son en realidad fuentes. Dada la estructura geológica de la zona, el agua tienda a acumularse en determinados puntos, que en su día fueron protegidos de este modo para aprovechar este valioso recurso. Esta de arriba es la fuente del «Penao».
Antes de llegar al mirador nos encontramos con las ruinas de la Casita de los Carabineros:
Y, finalmente, desde el Mirador de las Escaleras se puede disfrutar de esta espectacular vista del Duero, que serpentea entre olivos, encinas y bloques de granito:
Desde aquí parte un sendero que nos llevará hasta la orilla misma. Enfrente está Portugal.
Su duración aproximada es de 2 horas y media, ida y vuelta. Si decidimos bajar al río hay que añadir una hora más.
Ruta al Buraco del Diablo y a los Arribes del Tormes
Esta ruta va hacia el Tormes. En este caso, el camino es algo más largo y monótono que el anterior en un primer momento, pero cuando llegamos a la depresión marcada por el río la cosa cambia. El camino parte en este caso de las piscinas municipales.
En un principio comparte recorrido con el GR 14 (Camino Natural del Duero), pero luego seguiremos por la Senda del Cordero. Si queremos ir a ver el Buraco del Diablo seguiremos las flechas verdes, por lo que en la tercera bifurcación abandonaremos también las indicaciones hacia el Cordero (donde pone «el Cordero 2,9» hacia la derecha, nos iremos a la izquierda). Seguimos el sendero compartido por marcas de PR y flechas verdes hasta que nos encontramos con la bifurcación de la foto:
Aquí seguiremos exclusivamente las flechas verdes. Ojo, que hay un punto que la cosa se lía y estas marcas no se encuentran bien. Nuestra recomendación es seguir las flechas verdes únicamente hasta llegar al punto desde el que se ven las vistas panorámicas, que no tienen desperdicio:
Después, retroceder por el mismo sitio y volver al camino. ¿Por qué? Pues el motivo es porque el Buraco del Diablo es una cueva de difícil acceso y con un fuerte olor a guano en su interior. Nosotros entramos 10 metros y salimos pitando. No merece la pena perder el tiempo buscándola. Si decidís ir, este es el aspecto que tiene:
Una vez de vuelta en el camino, lo más interesante es seguirlo hacia abajo y seguir las indicaciones hasta el puente de San Lorenzo. De este modo, iremos en paralelo al río y bajaremos a sus orillas. Podemos enlazar así con la GR 14 para regresar a Fermoselle, completando así una bonita circular de unos 12 km y medio.
El cigüeñal es el sistema de riego tradicional de la zona.
2.- El pueblo de las 1.000 bodegas.
Fermoselle es el pueblo de las 1.000 bodegas. Se le conoce así porque debajo de las viviendas existen estos tradicionales espacios, dedicados en su día a la fabricación del vino. De todo lo que ver en Fermoselle y en sus alrededores, esto marca sin duda la diferencia.
Las cubas eran fabricadas a medida de acuerdo al espacio con el que se contase. Los cuberos debían, pues, tener buen ojo. (Sí, de ahí viene el dicho).
Construidas al abrigo del granito, estaban conectadas entre sí por conductos que posibilitaban su ventilación. Esta era muy necesaria para evitar que el aire se sobrecargara de dióxido de carbono durante la fermentación de las uvas.
Una gran idea si pasáis por esta zona es hacer un recorrido por estas bodegas. Nosotros lo reservamos directamente a través de este enlace.
Pasear por las calles de Fermoselle es igualmente recomendable. Las viviendas están construidas sobre bloques de granito, aprovechando además este material para formar muros, arcos, escaleras y todo lo que se pudieran plantear.
3.- Las Arribes del Duero: del otro lado del Tormes.
¡Sí! En la provincia de Salamanca, no es «los», sino «las Arribes». Seguimos el curso del Duero ya en esta provincia para descubrir algunos enclaves muy interesantes, tomando como referencia las localidades de Pereña de la Ribera y de Masueco.
En primer lugar , si vamos hasta la Ermita de Nuestra Señora del Castillo, además de una grandiosa panorámica del Duero desde las alturas, podremos caminar entre grandes bloques siguiendo las flechas hacia el Picón de la Tabla.
Desde esta localidad también se puede llegar caminando hasta el mirador del Pozo de los Humos, aunque si vamos desde Masueco podremos situarnos justo encima:
Esta caudalosa cascada, de 50 metros de altura, es un buen punto de partida para entusiastas de la ornitología, ya que por la zona se pueden observar diversas especies como el emblemático alimoche.
Alojamiento recomendado en Fermoselle
A priori, parece que hay varias opciones de alojamiento, pero nosotros comprobamos cómo en realidad esto no es así. A través de Booking, habíamos reservado uno que tenía muy buena pinta, con desayuno y otros extras interesantes. Cuando llegamos, tras esperar 1 hora en recepción, nos dijo la dueña que el establecimiento estaba cerrado. Por suerte, en el Antiguo Casino de los Arribes tenían habitaciones libres y pudimos quedarnos. Además, tienen buenos desayunos para la mañana y pinchos para la tarde. Por eso, os recomendamos que la reserva la hagáis directamente en este hotel y no os «comáis el tarro». Podéis hacerlo a través de la imagen:
¿Más de Castilla y León? Puedes ir a León y hacer la Ruta del Górgora.
***Abracines***
Una respuesta a «Los Arribes del Duero desde Fermoselle. ¿Qué ver?»
Me gusta muchísimo Los Arribes del Duero Fermoselle Zamora yo no he visto todas las cosas tan bonitas que hay y lugares animaros.Saludos