¿Qué es el Transiberiano?
¿Qué necesito para hacer el Transiberiano?
¿Cuánto tiempo necesito para hacer el Transiberiano?
¿Cómo hago para subirme al tren?
¿Cuántas paradas puedo hacer? ¿De cuánta duración?
El recorrido que hicimos nosotros – (Con muchas fotos)

¿Qué es el TRANSIBERIANO?

El Transiberiano es una red de vías férreas que unen el oeste de Rusia con diversos puntos del Pacífico, así como con países vecinos como Mongolia o China. A lo largo de estas vías circulan cientos de trenes, tanto de mercancías como de pasajeros, realizando trayectos cortos, largos o muy largos. Los hay que paran sólo en grandes ciudades y otros que paran en los pueblos.
El trazado ferroviario principal, que une Moscú con Vladivostock, también se conoce bajo ese nombre. Pero el Transiberiano es a día de hoy, como digo, una red compleja y dinámica que abarca mucho más. Echemos un vistazo al mapa, dibujado sobre captura de Google Maps (En móviles se puede ampliar):
———— Línea transiberiana
——— Variante de los Urales
— Ramal Transmanchuriano
—— Ramal Transmongoliano
—— Línea Baikal – Amur (BAM)
— Línea Amur – Yakutsk (AYaM)
Las líneas ferroviarias indicadas arriba no son todas las que hay. Se pueden tomar trenes que se adentran desde ellas hacia Kazajistán, Corea… ¡Las posibilidades son infinitas!
En torno a esta compleja infraestructura, viajeros de todo el mundo planeamos nuestros recorridos a bordo de estos trenes. Lo más popular suele ser completar el trayecto Moscú – Vladivostok 9288 km, Moscú – Pekin vía Manzhouli (Transmanchuriano), 8960 km, y Moscú – Pekin atravesando Mongolia (Transmongoliano), 7621 km, aunque cada cual puede inventarse las variaciones y los recorridos que más le apetezcan o interesen. Dentro de estos recorridos, se pueden hacer las paradas intermedias que se deseen, alargando o acortando la estancia en cada pueblo o ciudad tanto como a uno le venga en gana.
Esto es lo verdaderamente interesante: podemos configurar el viaje a nuestra manera, ya sea desde casa antes de partir o sobre la marcha, como hicimos nosotros. Esta opción es muy interesante, ya que podemos improvisar e ir ajustando nuestro plan inicial en base a todo lo que vaya surgiendo en el camino. De hecho, nosotros llegamos a Moscú sin haber planificado tan siquiera qué paradas íbamos a hacer. Ni siquiera teníamos guía de viajes ni mapa: compramos uno en Kazán, parada que decidimos hacer tras ver unas fotos en Instagram. ¡Hay que dejar que el viaje nos sorprenda!
Debemos tener en cuenta, eso sí, cuál es la fecha en la que expira nuestro visado para que no nos pille dentro del país, pero por lo demás… ¡ancha es Siberia!
¿Qué necesito para hacer el Transiberiano?
Visado
Debes saber que para viajar a Rusia se necesita visado. Este trámite está bien hacerlo con la mayor antelación posible, y MUY IMPORTANTE: Indica más días de los que tengas planeado ir realmente. Imagina que tienes planeado completar la ruta en 20 días, y así lo indicas. Error: Te darán el visado únicamente por 20 días. Indica, al menos 10 días más. Esto es posible ya que para solicitar el visado no es necesario adjuntar reservas ni billetes, sólo indicar fechas de entrada y salida y los hoteles donde uno «pretende» alojarse. Esto te permitirá improvisar más y tener más margen de maniobra si surge cualquier imprevisto. De hecho, actualmente se pueden solicitar visados de hasta 6 meses de duración con entradas múltiples.
Es muy importante saber que en Rusia son muy estrictos con el tema del pasaporte y el visado. Por ejemplo, si «caduca» nuestro visado no nos dejarán salir del país hasta la celebración de un juicio, y tampoco nos dejarán hospedarnos en ningún hotel. ¡Cuidadín! Más información sobre esto en la página del MAEC, y también en la de la Embajada de Rusia en España.
Para tramitar el visado ruso, piden entre otros requerimientos una carta de invitación, pero no os preocupéis, por poco más de 15 euros se puede tramitar cómodamente desde este enlace, y os la envían al email sin ningún tipo de problema. Ojo: aquí también se aplica lo apuntado arriba sobre indicar más días de los que pretendemos estar en Rusia.
Si no podemos ir al consulado a hacer los trámites presenciales, podemos recurrir a alguna agencia autorizada que lo haga por nosotros. Yo lo hice a través de la Central de Visados Rusos, y fue sencillo y rápido.
Para obtener el visado te piden tener un seguro de viajes. No contrates por ello el más barato. Echa un vistazo a este artículo.
Si vamos a realizar cualquiera de las variantes donde se incluyan otros países, necesitaremos obtener también el visado para estos. Os diré que los chinos son muy pesados a la hora de tramitar el visado cuando la entrada al país se realiza por vía terrestre, como es nuestro caso. Nosotros tuvimos muchos problemas para obtener nuestro visado. Tardaron tanto que nos quedamos sin tiempo para solicitar el visado mongol. Nuestra idea original era hacer el Transmongoliano y a última hora tuvimos que decantarnos por el Transmanchuriano. Por este motivo, realizad estos trámites con toda la antelación que podáis.
Moneda
No es necesario llevar rublos desde nuestro país de origen. Podemos cambiar fácilmente euros o dólares en diversos bancos en las ciudades rusas. Hay que fijarse en la tasa de cambio vigente y en la comisión aplicada. No en todos los bancos ofrecen buen cambio, así que no conviene conformarse con la primera opción.
Por otra parte, las tarjetas bancarias de fuera de Rusia funcionan perfectamente, tanto para sacar dinero del cajero como para pagar en los diferentes establecimientos, así que no os preocupéis por este tema.
Equipaje
Además de tu mochila con lo que llevarías a cualquier otro viaje (echa un vistazo a este post por si te sirve), debes incluir:
–Un reloj extra, que tendrás siempre sincronizado con la hora de Moscú. El horario que se tiene en cuenta en la red ferroviaria rusa es el de Moscú. Desde los grandes relojes de las estaciones hasta las horas que se reflejan en los billetes de tren que adquirimos en ventanilla están indicadas según la franja horaria moscovita. Como en Rusia hay 8 franjas horarias diferentes y vamos a estar cambiando la hora constantemente, está bien tener un reloj referencial donde tengamos siempre la hora de la capital.
–Un móvil libre por si decides comprar una tarjeta telefónica rusa.
–Una pequeña mochila o bolsa de tela extra, en la que llevaremos las cosas necesarias para el trayecto, de tal manera que la mochila la guardaremos en los compartimentos destinados para el equipaje cuando abordemos el tren, y nos «olvidaremos» de ella hasta que debamos bajar del mismo. En nuestra bolsa viajera podemos incluir elementos tales como el neceser, una camiseta limpia, los tapones para los oídos, las chanclas, la comida, el cargador del móvil… La prepararemos antes de subir y así no tendremos que buscar engorrosamente estas cosas en la mochila una vez en marcha.
-Un cacillo metálico para servirnos agua del samovar, y café o infusiones para hacernos.
–Apps útiles. Podemos tener descargadas en el móvil una serie de aplicaciones que nos vendrán muy bien durante nuestra ruta: Maps.me, app de mapas offline que nos permitirá no sólo orientarnos en las ciudades, sino además poner marcadores en los lugares que nos interesen, planificar recorridos en metro…; Un conversor de divisas, para ver como fluctúa el rublo o las monedas de los otros países, y, por supuesto, el paquete del traductor sin conexión de ruso en el Traductor de Google. Puede venir bien también que nos descarguemos un teclado en cirílico, para facilitar a cualquier persona a que nos escriba algo y así poder traducirlo.
-Un pequeño mapa de Rusia, que nos permitirá trazar el itinerario general y calcular los días. Nosotros lo compramos en Kazán por un puñado de rublos, en una papelería.
¿Cuánto tiempo necesito para hacer el Transiberiano?
Esta pregunta me la hacen a menudo, y la respuesta es más sencilla de lo que parece. Un viaje a lo largo de esta red de ferrocarriles puede adaptarse sin problemas al tiempo que tengamos. Por así decirlo, es el viaje el que se adapta a nuestro tiempo y no al revés. Podemos seleccionar unas paradas u otras, ajustar el tiempo en cada ciudad, descartar paradas sobre la marcha, añadir otras…
Por ejemplo, puede que tengamos poco tiempo y no podamos completar por ejemplo el trayecto Moscú-Vladivostok, y nos decantemos por ir hasta Ekaterimburgo por la línea Transiberiana y volver por la de los Urales. Todo es válido.

Como dato más concreto, decir que un trayecto entre Moscú y Vladivostok se completa en 10 días parando escasamente, y en mi opinión no se disfruta tanto como si dedicamos esos 10 días a hacer un trayecto más corto y parando más, si es este el tiempo que tenemos. Nosotros estuvimos 20 días desde que llegamos a Moscú y cruzamos la frontera hacia China por Manzhouli (Transmanchuriano). 20 días que se nos hicieron cortos; en Omsk, Irkutsk y Krasnoyarsk habríamos estado más tiempo del que nos quedamos, por ejemplo.
Pero Doc… ¿Cómo hago para subirme al tren?
Adquirir billetes de tren en Rusia es dramáticamente sencillo. Sólo necesitamos nuestro móvil (u ordenador) y un punto de acceso wi-fi.
Entra en la siguiente página:https://pass.rzd.ru/main-pass/public/en
Es la página oficial de venta de billetes de Russian Railways. Desde la página de búsqueda, seleccionaremos origen y destino (lo escribiremos si no viene como sugerencia), y nos salen los trenes disponibles. Como ejemplo, voy a hacer una búsqueda para una persona que realice un trayecto entre Irkutsk y Ulan Ude:


Elegimos el tren que más nos convenga, por horario y por estación de partida (OJO: si viene de lejos es posible que llegue con retraso). Al mismo tiempo, elegimos la clase en la que queremos viajar. Como vemos en la imagen, se nos ofrece fundamentalmente segunda y tercera clase. Esto es porque no en todos los trenes existe servicio de primera clase. Los asientos (sitting) son sólo recomendables si vamos a realizar un trayecto corto. De lo contrario (y os lo decimos por experiencia) el viaje se puede hacer muy largo. Como veis, la diferencia de precio entre las diferentes clases es especialmente notable con respecto a la primera. Entre segunda y tercera no se nota tanto.
Básicamente, la diferencia consiste en que en segunda clase, estaremos en un compartimento cerrado de cuatro camas (dos literas), perpendiculares a la marcha, y en tercera clase en «compartimentos» abiertos de seis, dos y dos enfrentados como en segunda, y dos en el lateral, en paralelo con la marcha.
Tanto en segunda como en tercera se viaja muy bien. Los trenes están muy limpios, con ropa de cama limpia, y hay una persona encargada de cada vagón, responsable de que todo esté en orden y en correcto funcionamiento. Esta persona, además de revisar nuestros billetes y estar pendiente de que no nos saltemos nuestra parada, puede vendernos agua, refrescos, bebidas calientes o algún snack,así como resolver cualquier duda que tengamos y ayudarnos a acomodar nuestro equipaje en los espacios correspondientes. Por lo general, además, de un modo muy amable y cercano, a pesar de las barreras lingüísticas.
En todos los vagones hay un samovar, del que libremente podemos abastecernos de agua caliente para hacernos un té, café o pasta instantánea. Puede ser buena idea, por tanto, llevar un cacillo metálico y bolsitas de té o café soluble. Gente de Argentina, Uruguay y demás aficionados al mate: aquí el agua hirviendo para el termo no será un problema.
En la foto, Thamara está bebiendo un café en uno de los vasos en los que te lo sirven si lo pides. El soporte metálico pesa mucho, y sirve para que lo podamos posar y no se vaya con el traqueteo, además de para no quemarnos…

Sabed que en el propio tren venden vasos como esos -soporte artesanal incluido-, por si alguien quiere llevárselo como souvenir. Suelen venir labrados con motivos soviéticos
En este ejemplo, elegiremos tercera clase. Haremos «click» en «3-cl. open sleeping» del primero de los trenes desplegados, suponiendo que sea este el que nos interesa más:


Las camas que están en blanco son las que están libres. Cuando la seleccionamos se pone en rojo, y nos indica el precio que nos va a costar. Pulsaremos a continuación donde pone «Go to passenger data entry and seat selection».
Lo siguiente que debemos hacer es registrarnos o entrar en nuestra área de clientes si estamos registrados ya. Aquí se puede realizar el pago cómodamente con tarjeta bancaria.
Nos llegará al email la confirmación de nuestra reserva. Podemos imprimir el billete en la estación o mostrar el móvil para acceder al vagón.
¿Qué paradas puedo hacer? ¿De cuánta duración?
La gran ventaja del Transiberiano es que podemos configurar la ruta totalmente según nuestros gustos y preferencias. Podemos elegir unas u otras ciudades y pueblos, y en cada lugar podemos elegir si preferimos alojarnos en un hostel, hotel, camping o cualquier otra opción.
Es muy recomendable no limitarse a ciudades, ya que sería una pena atravesar Siberia y no explorar pueblos, caminar por el campo o dormir en la orilla del lago Baikal. Además, las ciudades poseen muchos elementos comunes, y pueden llegar a resultar repetitivas si no las combinamos con otros entornos. Podemos incluso desviarnos de la ruta si tenemos interés por conocer otros lugares; hay enclaves muy interesantes que no están dentro del Transiberiano pero a los que es sencillo acceder desde localidades de referencia.
Las principales localidades donde paran los trenes son las siguientes:
Entre cada uno de estos lugares hay multitud de lugares en los que se puede parar. Depende ya de cada persona ir configurando la ruta un poco según sus prioridades, intereses… Por ejemplo, en Mongolia yo no me limitaría a Ulan Bator, y en el Baikal, como veréis más abajo, recomiendo encarecidamente hacer una parada de más de una noche en alguna localidad a sus orillas.
En cuanto al tiempo a dedicar en cada una de las paradas, yo recomendaría estar, al menos, una noche en cada sitio con sus correspondientes horas diurnas. Es cierto que hay lugares a los que podemos llegar por la mañana e irnos por la noche si encontramos buena combinación de horarios, pero vamos a aprovechar mucho menos nuestra estancia y además acumularemos cansancio. Esta opción es buena si no tenemos mucho tiempo. De lo contrario, es mejor estar, como mínimo, una noche en cada lugar y disfrutarlo bien.
Lo ideal, por tanto, es llegar por la mañana a un sitio, hacer noche e irnos al día siguiente por la tarde – noche. Si el lugar en cuestión nos interesa especialmente, en lugar de una noche haremos más.
El recorrido que hicimos nosotros:
Dentro de esta gran propuesta viajera, nosotros recorrimos durante 40 días Rusia y China, improvisando mucho a lo largo del trayecto. Dejo aquí el recorrido que hicimos con algunas referencias dentro de cada lugar, que pueden servir de utilidad. Para empezar, decir que, en mi opinión, llegar hasta Pekín está muy bien, pero… China ofrece mucho más, y una vez en Pekín podemos dedicar algunos días más a explorar otras zonas, ya fuera del Transmanchuriano pero aprovechando la excelente red ferroviaria china.
Nuestra ruta transcurrió de la siguiente manera:
1.- Moscú.

En la Plaza Roja, podemos disfrutar de uno de los marcos que hemos visto desde niños en miles de fotos, películas, videojuegos… Se trata de la Caterdal de San Basilio. Sin duda, esta es la primera parada y punto de partida para toda persona que se embarque en el Transiberiano en cualquiera de sus vertientes. ¡Allá vamos!
El metro de Moscú (abajo) no sólo es un icono de esta ciudad, sino también un despliegue de arte, historia y cultura. Da gusto perderse por sus túneles.


2.- Kazan.




3.- Ekaterimburgo.




4.- Omsk.
En esta ciudad estuvimos un día, y nos quedamos con muchas ganas de haber estado más tiempo, para explorarla a fondo. La ciudad que en el pasado fue centro administrativo de Siberia y Kazajistán es hoy la segunda más importante del Distrito Federal de Siberia después de Novosibirisk.
La Catedral de la Asunción (abajo) «corona» el centro de la ciudad. A lo largo de la Calle Lenin descubriremos los diferentes edificios históricos y lugares más emblemáticos e interesantes.



5.- Novosibirsk.





6.- Krasnoyarsk
Situada a ambas orillas del navegable río Yenisei, esta ciudad de gran importancia industrial que fue el centro del movimiento cosaco en el siglo XIX, es a día de hoy una ciudad muy dinámica y que tiene mucho que ofrecer.



7.- Irkutsk.


8.- Sliudianka (Lago Baikal)






9.- Chitá.

Paso fronterizo Zabaikalsk – Manzhouli.

10.- Harbin



11.- Dalian.



12. Pekín.










Plus:
Es muy recomendable ampliar la ruta y no quedarse sólo con llegar hasta Pekín. Por este motivo, nosotros decidimos dividir los 40 días con los que contábamos de forma que tuviéramos 20 días en Rusia y 20 en China. Si bien los 20 días de Rusia se nos quedaron algo cortos, lo compensamos con creces explorando zonas de China que teníamos muy pendientes: La ciudad de Shanghai, Zhangajhie y la gran Tianmen Mountain, con su famosa Puerta del Cielo, y el Parque Nacional Forestal de Tianzi Mountain, donde se inspiró James Cameron para la película de Avatar. Dedicaré otro post a estas zonas, que sin duda merecen la pena.

4 respuestas a «Cómo hacer el Transiberiano»
Y la vuelta
Pues nosotros volvimos en avión desde Pekin 😊
Hola!!!buenas tardes! Nos ha encantado tu blog!!!y la entrada del transiberiano, es una aventura que nos parece increible! Nosé si nos podrias decir más o menos cual fue vuestro presupuesto para este viaje???tren, hoteles, comida,…
Muchísimas gracias
Hola, buenos días!
Muchas gracias por tu comentario 🙂 🙂 La verdad es que es un viaje muy pero que muy recomendable. Lo bueno que tiene el Transiberiano es que se puede adaptar al tiempo o al presupuesto de que se disponga, ya que como ves la ruta se puede «configurar» al gusto. Para que te hagas una idea, nosotros en los 40 días que estuvimos gastamos aproximadamente 2.000 euros por persona, incluyendo billetes de avión Madrid – Moscú y Pekín – Madrid. Los billetes de tren íbamos comprándolos sobre la marcha a través del móvil o directamente en ventanilla, y salen muy bien de precio. Los alojamientos son muy asequibles, tanto en Rusia como en China. No te sabría decir exactamente qué parte del presupuesto destinamos a cada cosa, pero sí que sale mucho más barato de lo que se tiende a pensar.
Nosotros tenemos en mente volver en algún momento y hacer otra variante, ya que nos encantó.
¡Un abrazo y buenas rutas!