Elegir una buena mochila
Una de las cosas que definen nuestro viaje mochilero es la compañía indiscutible de una mochila. Teniendo en cuenta que nos va a acompañar hasta el infinito y más allá, que puede influir en gran medida en nuestro bienestar y que es en ella donde vamos a transportar TODAS nuestras cosas, tenemos que saber… ¿Cómo elegir una buena mochila? Hay que tener en cuenta que:
–Lo barato sale caro. No me refiero aquí a ofertas o a mochilas que están a buen precio (que las hay), sino a «chollos» que a veces encontramos en Internet o en algunas tiendas. Cuidado con esto. Yo una vez me compré una mochila de 75 litros por 30 euros. Supuestamente eran unas mochilas que habían sobrado de una remesa que habían fabricado para una expedición y bla bla bla. Resultó ser una mochila malísima: las correas se aflojaban solas, las costuras comenzaron a descoserse, se clavaba todo en la espalda…
Comprar por Internet es muy buena opción siempre y cuando:
- Compremos a fabricantes conocidos o intermediarios de confianza.
- Podamos devolver el artículo. Muy importante. Plataformas como Amazon
nos permiten devolver el artículo con total fiabilidad.
- Si compramos una mochila de segunda mano, nos aseguraremos de que el vendedor tenga valoraciones positivas. En eBay a veces podemos encontrar cosillas. Debemos asegurarnos de que la mochila sea de buena calidad y de que también se cumplan las dos características anteriores.
- El sistema de pago sea seguro.
-Tiene que ser funcional. Es decir, que nos sirva para nuestro propósito y que cumpla una serie de características que la conviertan en nuestra aliada y no en nuestra enemiga.
Hay que comprarla con cabeza. Hay fabricantes renombrados en los que sabemos que podemos confiar, y para eso están. Luego, claro está, cada mochila tiene un uso, y, en lo que se refiere a viajes por el mundo, las características que debe tener una mochila funcional son las SIGUIENTES:
1.- Cómoda de llevar.
2.- Fácil de preparar y de acceder a todo su contenido.
3.- Ligera.
4.- Resistente.
Vamos por partes:
1.- Debe ser cómoda de llevar y, por tanto, que nos permita ajustar la carga a nuestra espalda y no al revés. Para que esto se cumpla, tanto las correas que tensan los tirantes por su parte inferior como las que acercan el «bulto» a nuestra espalda (las que están por encima de los hombros) deben permitirnos «adherir» la mochila a ésta. Por otra parte, el cinturón lumbar debe ajustarse fácilmente y no quedarnos grande cuando la ajustemos a tope (los que seais de tipo fino como yo probad bien esto en la tienda o en casa si la compráis por internet).
Este cinturón tiene que recaer sobre la parte superior de la cadera. Es muy importante también que la espalda sea regulable, para que dicho cinturón no nos quede demasiado arriba o demasiado abajo. Por último, en este sentido es muy importante fijarnos en el sistema de acolchado de espalda y cinturón lumbar.
2.- Debe ser fácil de preparar así como permitirnos un fácil acceso a todo su contenido.
ES VITAL que la mochila tenga un cabezal (también llamado tapa o seta) que preferentemente se separe del compartimento principal. Esto nos dará unos litros extra, que nos permitirán colocar todo sin problemas, incluso si añadimos volumen a la mochila durante el viaje (comida, más ropa, etc). Debe tener cintas de compresión horizontales y verticales, para tenerlo todo siempre bien amoldado. Las cintas superiores para el aislante son importantes también.
Otro elemento MUY IMPORTANTE es un sistema de cremalleras que nos permitan acceder al compartimento principal sin deshacer media mochila cada vez que busquemos algo. Es decir, un sistema de acceso frontal. Esto es extremadamente práctico. Y, por supuesto, los bolsillos laterales, superiores o algún otro son muy útiles para guardar cosas pequeñas y que podamos necesitar en cualquier momento.
3.- Debe ser ligera. Si tenemos que elegir entre dos mochilas del mismo volumen que cumplen las características anteriores y una pesa menos que la otra pero cuesta más, créeme, merece la pena pagar un poco más y ganar en ligereza. En un viaje por el mundo, especialmente si vas en solitario, agradecerás que tu mochila sea tu aliada y no tu enemiga.
4.- Debe ser resistente. Parece que todas las mochilas lo son, pero hay tejidos más resistentes que otros y cremalleras que se rompen con más o menos facilidad. Pero no sólo eso. Observa si las costuras están o no reforzadas, así como los puntos de unión entre la tela y las cintas y correas.
Otras características que mejoran la mochila:
–Sistema de transpiración en la espalda. Las mochilas que están diseñadas cumpliendo este objetivo ganan puntos.
–Sistema de seguridad basado en dobles cremalleras para poner un pequeño candado, o bolsillos ocultos donde guardar cosas muy importantes (Esto sin obsesionarse, aunque estas medidas pueden ser útiles en determinados lugares).
–Un raincover. Algo esencial en una mochila es un raincover. No quiere decir que tengamos que comprar una mochila que lo tenga incorporado. Si lo tiene, bien, pero si no, también. Si no lo tiene, debemos hacernos con uno, eso sí, que tenga un litraje mayor que el de la mochila, así como un buen sistema de ajuste. No debemos escatimar con esto. Si nuestra mochila es de 70 litros, buscaremos un raincover de 80 u 85. Esto es así porque si añadimos una esterilla aislante en la parte superior, y hemos levantado un poco el cabezal para llevar algo en particular ese día, el raincover de 70 litros se va a quedar corto. Incluso en ocasiones el que viene en la mochila se queda corto ante estas circunstancias.
Otra pregunta que escucho a menudo es…
¿De cuántos litros debe ser mi mochila?
Pues bien, esto es importante tenerlo claro. Es mejor que sobren litros y que podamos amoldarlo todo bien en su interior, y no que falten. De hecho, llevar cosas por fuera de la mochila es una mala idea, ya que van a causar irregularidades en la distribución del peso. Yo siempre recomiendo una mochila que sea GRANDE y, de acuerdo con lo anterior, que tenga correas y que se amolde bien a todo lo que llevamos. Mejor tener espacio de sobra y poder colocar bien las cosas, que no andar jugando al tetris cada vez que hagamos y deshagamos la mochila en un hostel o en mitad del campo bajo la lluvia (Epic fail).
Y otra cosa… lo de llevar una mochila pequeña por delante… tampoco me parece buena idea. Es incomodísimo, y el peso NO está equilibrado, sino al contrario: al añadir peso por delante, el peso de la mochila que recaería sobre la cadera va a caer sobre los hombros, al que se suma este nuevo bulto. No hay necesidad de castigar así al cuerpo. Hay mucha gente que lo hace así, si, yo mismo en su día lo hice también. Y quien quiera seguir llevando su mochila delantera que se sienta libre de hacerlo, pero mi recomendación es distribuir todo bien en la mochila, en vuestra espalda, y dejad el pecho libre. Respirad. Todo bien.
Hay que tener en cuenta que cuando nos dan la medida en litros, puede ser que se incluyan los bolsillos laterales y que al final la mochila sea muy poco espaciosa. Es posible que una mochila de 70 litros se nos quede más corta que una de 60 si aquella tiene grandes bolsillos a los lados.
Para viajes mochileros, en los que llevamos equipo de acampada, cocina, etc, una mochila de entre 70 u 80 litros es lo ideal. Claro, que también depende de nuestra fisionomía. PRUÉBATE siempre la mochila en la tienda, y mejor si la tienen llena de papel o de plástico. Así la ves en bruto. Si es demasiado grande para tí, por mucho que la ajustemos no te va a quedar bien, y el peso va a ir demasiado hacia abajo. Si compras la mochila por Internet, la gran ventaja es que puedes probártela en casa. Llénala (con cuidado de no dañarla), y da un paseo con ella puesta. Si no te convence, devuélvela. En plataformas como Amazon se puede devolver el artículo sin problemas (consultar condiciones por países). En lo que a mochilas se refiere, tienen una gran variedad…
Para hacernos una idea, con el cinturón lumbar bien ajustado, el peso debe recaer sobre la parte superior de la cadera. De hecho, un gran porcentaje del peso se descarga sobre la cadera si la mochila está bien ajustada. Hablamos de alrededor del 70 por ciento del peso de la mochila. Por encima de nuestra cabeza, la mochila o el aislante no deben sobrepasar demasiado.
¿Mi recomendación personal?
Teniendo en cuenta el maremagnum de mochilas que hay por ahí, es difícil encontrar una que cumpla todas nuestras expectativas.
Una buena mochila es la Deuter Quantum, de 70 litros, que está diseñada para viajes. Posee la peculiaridad de tener una bolsa de transporte incorporada, pensada para el avión. En la imagen te dejo el enlace.
Si no, ¡a seguir buscando!
Tal y como planteo en este otro post, podemos distribuir todo sin problema si seguimos unos sencillos trucos y tenemos en cuenta una serie de cosas. Te invito a leerlo a continuación, ya que eso también puede ayudarte a decidirte por una u otra mochila, o a «entenderte» mejor con la que tienes.
No te pierdas este otro artículo, en el que trato de responder a otra buena pregunta: ¿Qué llevar en la mochila?
Espero que estas ideas te sean de utilidad a la hora de elegir la mochila para tu próximo o próximos viajes mochileros.
Espero tus comentarios y opiniones.
Un abrazo
Gonzalo.
Una respuesta a «La mochila perfecta I: cómo elegir una buena mochila»
Hola, tu artículo me cayó como anillo al dedo. Hace dos años compre una mochila sin saber nada de nada y aunque me aguanto estos dos años en mi última aventura llegó rota de todos lados, no era de marca, pero como te comento no sabía nada de nada.
Ahorita estoy por comprar una High sierra verde que he checado en varios compañeros que les han durado y son muy resistentes lo único que no me quedaba claro fueron los litros. Duda despejada, gracias