«Estar en Babia» es una expresión que seguramente has escuchado más de una vez. Suele emplearse cuando alguien está embelesado/a con algo, y no parece hacer caso de lo que se le está diciendo. Esto puede pasar con un paisaje, un cuadro o con algo que llame nuestra atención y nos haga desconectar con todo lo demás. Y claro, esto es lo que pasa precisamente en Babia. Es una región tan espectacular que es fácil caer en este hechizo. Pero… ¿Dónde está uno cuando está en Babia? ¿Qué se puede hacer en Babia? Te cuento… Babia está en León, en la Cordillera Cantábrica, pegando con Asturias. Tiene una superficie de 380 km cuadrados, y abarca dos municipios: Cabrillanes (Babia Alta) y San Emiliano (Babia Baja). Vamos a viajar en esta ocasión al primero, con cinco propuestas focalizadas en el valle de la Cueta (río Sil) y en el entorno de Lago de Babia.
Qué hacer en Babia Alta
1.- Ruta de las fuentes del Sil
2.- Ascensión al pico la Orvia
3.- Visitar Lago de Babia (el pueblo, y también la Laguna Grande).
En estos meses en los que he estado trabajando cerca de Babia he recorrido a fondo esta zona.
Vamos a situarnos…
El municipio de Cabrillanes, que limita con el de Villablino (Laciana), se compone de 14 pueblos: Cabrillanes, La Cueta (y el barrio de Quejo), Huergas de Babia, Lago de Babia, Mena de Babia, Meroy, Las Murias de Babia, Peñalba de Cilleros, Piedrafita de Babia, Quintanilla de Babia, La Riera, San Félix de Arce, Torre de Babia y Vega de Viejos.
En este artículo ponemos el foco en las localidades que están en negrita y las montañas que las rodean. El resto queda pendiente para una segunda entrega, es decir, que habrá en algún momento un «qué hacer en Babia Alta II», porque la zona da para mucho y no hay que perderse nada.
1.- Qué hacer en Babia Alta (I): Ruta de las fuentes del Sil.
Partiendo de la localidad de la Cueta (por cierto, la más alta de toda la provincia, a 1.440 msnm), podemos realizar este recorrido, de 13 km de longitud.
En los letreros puede leerse que la dificultad es media/alta, aunque supongo que esta categorización estará basada en su longitud. De hecho, es técnicamente muy sencilla, ya que discurre por senderos y los desniveles que hemos de superar no son muy abruptos.
Eso sí, se llega a parajes imponentes, en los que las grandes moles de caliza nos cautivarán a cada paso.
Pasaremos por puertos donde antaño pastaban los rebaños trashumantes, por grandes praderas rodeadas de montañas y por las fuentes que nutren el río Sil, en las faldas de Peña Orniz.
La ruta está convenientemente señalizada, y es además bastante evidente en todo momento, por lo que no tiene pérdida.
2.- Ascensión al pico la Orvia
Desde el barrio de Quejo, perteneciente también a la Cueta, podemos subir a esta peculiar montaña, que vista desde enfrente (desde la collada de Lago de Babia) llama muchísimo la atención. Los inmensos pliegues que han quedado al descubierto gracias a la acción erosiva del río Sil no pasan desapercibidos, y de hecho constituyen un importante punto de referencia para la divulgación geológica.
Este es el aspecto que tiene la Orvia vista desde enfrente:
Para subir, pues, hay que ir a Quejo. Desde aquí, cruzaremos el puente que hay un poco antes de la casa rural.
Una vez del otro lado del río, deberemos ascender por el bonito valle que se abre ante nosotros.
En un primer momento, ascenderemos hacia la derecha hasta encontrar el sendero, que seguiremos hasta llegar al collado.
Desde este punto, rodearemos la peña hasta llegar a una canal muy evidente en la que hay algunos hitos (montoncitos de piedras) que señalan el camino a seguir.
Ascenderemos por esta canal y luego, siguiendo los hitos, iremos hacia la izquierda y no tardaremos en alcanzar la cumbre.
En la app «Maps.Me» está marcada la ruta hasta la mismísima cumbre, por lo que recomiendo su uso.
Desde arriba las vistas son espectaculares. Este pico, al igual que los otros, es un pico muy solitario y que salva bastante desnivel, con lo que tendremos asegurada una magnífica panorámica, muy aérea y agradecida.
3.- Qué hacer en Babia: ver Lago de Babia, el pueblo y la Laguna Grande
Lago de Babia es un pueblo al que conviene dedicarle un buen paseo. Su nota más característica son los grandes murales de Manuel Sierra que cubren algunas de las fachadas. En ellos, se cuenta la historia del lugar y las historias de sus habitantes.
La mejor forma de «leer» este pueblo, gracias a estos murales, es la siguiente:
1.- Sitúate enfrente del primer mural y trata de sacar su significado, en base a cada uno de sus símbolos.
2.- Lee el panel explicativo, y compara la información con tus conclusiones.
3.- Repite la operación con el siguiente mural, y así sucesivamente. Comprobarás que en cada mural «aciertas» más.
Carretera arriba te encontrarás con uno de los mayores testigos del glaciarismo de la zona: La Laguna Grande.
Esta laguna, situada a 1.440 msnm, es el hogar de multitud de anfibios y lugar de paso de garzas y otras aves migratorias. En los meses cálidos tiene su propio sonido, precisamente por el llamativo croar de las miles de ranas que se concentran en algunos puntos. En los meses fríos, la nieve, la quietud y el silencio la dotan de un aspecto muy diferente.
El lago está flanqueado por dos montañas que podemos ascender, tal y como se muestra en este mapa:
4.- Ascensión a Peña Larga
Peña Larga, que flanquea el costado izquierdo de la Laguna Grande, es una peña muy sencilla de subir y al mismo tiempo muy gratificante.
Su altitud es de 1.735 metros, y se tarda en subir poco más de una hora.
Se debe dejar el coche en el parking de la Laguna Grande (Lago de Babia), caminar hasta el otro lado de la laguna y llegar al collado que, precisamente, da vista a Quejo, al río Sil y a la Orvia.
Desde aquí, se va a mano izquierda hasta alcanzar la cresta de Peña Larga, que subiremos, como si de escalones se tratara, hasta llegar a la cumbre.
Hacia la izquierda, tendremos todo el tiempo vistas muy aéreas. La Laguna Grande y el pico la Orvia se pueden enmarcar así:
O la Crespa protegiendo la localidad de Lago de Babia:
Hacia la derecha, se observan trincheras de la Guerra Civil y, más abajo, los pinares de Piedrafita de Babia.
Esta ascensión es interesante desde el punto de vista de la observación faunística. Se pueden ver fácilmente rebaños de corzos y buitres leonados, entre otras especies. Lleva tus prismáticos o tu teleobjetivo si estás interesado/a en ello.
5.- Ascensión a la peña Grachera
Peña Grachera es la montaña que está enfrente de la anterior. Es más alta (1.931 metros) y más durilla de ascender que las anteriores. Se tarda en subir algo más de dos horas.
No obstante, desde la cresta superior las vistas son tan aéreas que parecerá que estamos volando.
Para subir, hay que ir nuevamente a la Laguna Grande y llegar hasta el final de esta, pero antes de llegar al collado nos desviaremos hacia la derecha para ascender por una vallina hasta llegar a una elevación señalada en algunos mapas como Puñín.
Desde aquí, transitaremos a media ladera hasta alcanzar un gran montón de piedras. Desde este gran hito, debemos buscar el siguiente, que está en línea recta hacia arriba.
Aquí salvamos bastante desnivel en poco tiempo, hasta llegar a una zona más llana en la que caminaremos sobre la caliza y sus peculiares formas erosivas.
Desde aquí ya se alcanza la cresta sin dificultad. Hay que seguirla durante un tramo, admirando las imponentes vistas hacia ambos lados.
Una vez en la cumbre, podemos caminar por la cresta un poco más y acercarnos a las faldas del vecino pico la Crespa, que queda pendiente para la próxima vez:
Y desde aquí arriba ponemos el punto final a este artículo. Queda pendiente una segunda parte, pero ahora que ya sabes qué hacer en Babia, no debes dejarlo pasar.
***Abracines***
Ya que estás por León, ¿Por qué no echas un vistazo a la Senda Mitológica? Si viajas con niños/as les encantará.